Demasiado he alargado este post, así que con esto ya lo dejo listo.
En los días de verano con luces cálidas al amanecer, antes de la subida de temperatura, eran constantes los vaivenes de la fauna del lugar.
Algunos días lluviosos aunque menos productivos también dieron buenos momentos.
Incluso la inesperada visita de un Zorro a la zona.
A pesar de todo el éxito con los martines el objetivo de estas sesiones solo se dejó ver un par de veces.
Como no hubo mucho éxito con los martinetes por las mañanas, lo intenté por las tardes pero no conseguí mucho más.
Y como siempre, en la mochila de la cámara viene el macro junto con algún flash porque siempre se puede encontrar alguna cosa…
Y con esto se acabaron las sesiones estivales.