Doñana se quema
La otra noche iba en el coche de camino a casa cuando recibí una llamada que hizo estremecerme. Doñana se quemaba.
Un fuego intencionado estaba quemando el parque natural más grande de Europa. Uno de los iconos naturales de España. Considerada por los científicos con un valor natural igualable a la selva Amazónica o la Gran Barrera de coral Australiana.
Hogar del felino más amenazado del planeta, el Lince Ibérico. Lugar de paso y descanso de miles de aves durante la migración. Hogar de aves acuáticas en invierno, del Águila imperial Ibérica, de la cigüeña negra, de cernícalos, aguiluchos, elanios, mochuelos, lechuzas, espátulas, ánades, limícolas, passeriformes, ciervos, gamos…Podría seguir y muchas personas que desconocen lo que se puede encontrar en el parque se sorprenderían de tal diversidad biológica.
No es un secreto que Doñana además de uno de los lugares de más valor ecológico es uno de los lugares más amenazados por el hombre. A los pozos ilegales, sobreexplotación agrícola, minería en sus alrededores o proyectos para usarlo como almacén de gas, se le suma esta vez el fuego.
Un fuego que se ha descontrolado arrasando más allá de lo imaginable. Un fuego provocado por alguna o algunas personas. Añadiendo la mala por no decir ninguna gestión de limpieza del monte para la prevención de incendios y la preocupante sequía que ésta viviendo el país.
Aún tengo en mi recuerdo la última vez que pude ir a Doñana.
El noviembre pasado pude disfrutar de sus paisajes, de su fauna. Aunque no fue un viaje especifico para fotografiar, ya que son ritmos diferentes.
Fue un fin de semana para disfrutar del paraje de pasear por diferentes zonas del parque con los prismáticos junto a mi esposa.
Sin dejar de marcar puntos en Photopills y sin perder la esperanza de poder ver un lince.
De momento lo único que puedo hacer es esperar y ver como va evolucionando el incendio. Tener la esperanza de que se apague pronto, de que no aparezcan especuladores recalificando terrenos, o cosas peores.
Y agradecer a toda la gente de Infoca, Bomberos, Guardas, Guardia Civil y todas las personas que trabajan día y noche para poder controlar esta catástrofe. Y que los culpables sean identificados y sufran con la misma crueldad que el fuego destruye el parque la justicia lo haga con ellos.