La semana pasada empecé a publicar una serie sobre fotos otoñales, y explicaba el por qué para mí es una estación mágica.
La semana pasada os mostraba una imagen de la Pedriza, parque nacional de Guadarrama en Madrid, y cómo las nubes abrazaban los riscos montañosos bajo ellos un pequeño manto de amarillos y ocres les acompañaban.
Hoy no me voy mucho más lejos, sigo en el parque nacional de Guadarrama, pero en otro lugar, el Abedular de Canencia.
Este paisaje es totalmente distinto a la Pedriza, si en la pedriza, como su nombre puede hacernos intuir, es una lugar con muchas piedras y cumbres desnudas de vegetación. Por el contrario Canencia es un lugar con mucha vegetación y bastante humedad.
En tan solo pocos minutos de un lugar a otro podemos tener lugares prácticamente opuestos.
En la foto decidí jugar con la velocidad de obturación de la cámara y que las hojas secas y espuma del agua crearan un dibujo en el agua.