Siguiendo con la serie sobre el río tinto, algo que nunca se desaprovecha son los reflejos.
Para esta foto aproveché la espuma que bajaba por el río, junto con una larga exposición, para simular un ambiente de niebla en una zona de arboles mientras un cielo de rocas cae sobre el.
Si algo es importante a la hora de fotografiar en el río tinto es la capacidad de imaginación y de dejarse llevar por mundo irreales y fantásticos.
Una de mis inspiraciones a la hora de afrontar este lugar el el pintor Salvador Dalí.
Un saludo a todos y todas!