Hoy cierro la serie de Cabra Montes, la primera os mostré cómo dos machos se median para poder tener el derecho de reproducción de la manada. En la segunda os mostré una hembra, motivo por el cual se peleaban los machos. Y hoy os muestro el resultado de la reproducción.
No es un individuo recién nacido, pero no es tan mayor como para ser uno de los personajes principales de la época del celo. Aún le quedan algunos años acompañando a su madre, jugando con otros jóvenes imitando a los adultos y aprendiendo a moverse por los terrenos empinados e inaccesibles para el resto de animales terrestres (humanos entre ellos)
Este año no podré fotografiarlas, pero eso hace que ya esté pensando en el año que viene, ya no solo en poder vivir el momento, si no en ir un poco mas allá del retrato y buscar unas imágenes mas personales. Ya sabéis que mi manera de trabajar sigue un proceso y cada vez voy en busca de visiones mas personales, al igual que hago con el paisaje lo hago con la fauna.
Un saludo, que paséis un buen fin de semana!!