Esta semana sigo con una serie de tres fotos relacionadas con la época del año.
Lo habitual en esta época es compartir imágenes de otoño, con bosques dorados y marrones, llenos de nieblas y con atmósferas oníricas. Pero prefiero mostraros algunos de lo lugares que mas me gusta fotografiar cuando empiezan a bajar las temperaturas, los humedales. En verano son agradecidos por la agradable temperatura del agua frente al calor. Pero cuando las noches empiezan a ser frías y los días siguen manteniendo temperaturas cálidas, de los humedales surge una niebla que le da un toque mágico a las fotos.
Si ademas conocemos el lugar donde tumbarnos podemos aprovechar los contraluces.
En la foto una Gaviota Reidora posada sobre un conjunto de rocas entre esa bruma matutina a contraluz. Durante meses intenté fotografiar en ese lugar con esta luz y con esa bruma a una Garza real, que siempre estaban alrededor, pero que nunca llegaron a posarse dónde yo quería con la luz que yo quería. Ese es uno de los motivos que hace que volvamos una y otra vez a los mismos lugares en búsqueda de esa foto que hemos soñado. Algunas veces no es posible y otras tenemos la fortuna de nuestra parte.