Durante el confinamiento hemos tenido mucho tiempo para infinidad de cosa que muchas veces no hacemos llevando el ritmo de vida habitual.
Estos momentos de meditación nos llevan a muchas cosas. Entre ellas creo que nos ayudan a darle importancia a las pequeñas cosas.
Como fotógrafos de paisaje siempre que tengo la oportunidad de fotografiar un gran paisaje o único es muy gratificante o como fotografo de fauna el fotografiar una especie emblemática y única. Pero a partir de ahora esta situación nos ha llevado a valorar de otra forma las pequeñas cosas o valorar las cosas que antes veíamos de forma indiferente.
Esta foto viene a mostrar un ejemplo de lo que comento.
Está la realicé a principios de Febrero de este año 2020. Fue durante una tarde junto a mi amigo Miguel Rubio que estuvimos explorando varias zonas de cara a la primavera y verano cuando desde la carretera vimos ese árbol solitario al fondo del horizonte. Cuando lo vimos por primera vez era muy temprano, las luces eran duras, el cielo estaba totalmente despejado y fotográficamente no era atractivo.
Pero fue cuando volvíamos cuando decidimos parar y ver que posibilidades ofrecía. A pesar de no tener ninguna nube el cielo ofrecía una degradación de colores muy atractiva. Y aunque podría haber puesto el árbol mucho mas grande usando una focal mas larga, decidí mantenerlo pequeño, aunque puede medir fácilmente 12 metros de alto el árbol.
Aunque el árbol ocupa poco espacio en la foto, tiene mucha importancia. Con esto quiero mostrar que las cosas pequeñas también son importantes.
Un saludo!