La perla azul
Esta semana me ha entrado la morriña por poder viajar. Y mirando mi archivo he acabado viendo las fotos de mi último viaje fuera de España.
Junto con mi pareja recorrimos una gran parte de Marruecos. En Chauen pasamos un par de días y, aunque ya sabíamos por más o menos lo que nos encontraríamos, fue un lugar sorprendente.
Durante el día y la noche recorríamos sus calles y visitábamos distintos lugares. Disfrutando de si gastronomía y de la hospitalidad de los residentes.
Mundo azul
Lo primero que llama la atención es que hasta que no entras en su casco antiguo no te introduces en ese mundo de paredes y suelos azules llenos de gatos. Sus calles me recordaban mucho a los pueblos de la Axarquía en Málaga o de la Alpujarra o cualquier pueblo de sierra de Andalucía. Con la única diferencia que estas calles estaban pintadas de azul.
La perla azul
Por su color azul se le conoce este lugar como la perla azul. Aunque no todo es azul. Las zonas altas de las casa tienen colores marrón o blanco. Y el casco moderno no sigue no esta estructura ni estos colores.
Desde un mirador coronado por la mezquita Bouzaahfar, también conocida como mezquita Española, se puede ver todo el valle del Rif y el pueblo. Desde allí se puede disfrutar de una buena puesta de sol viendo todas las casas azules y monumentos.
Del azul al color
Si tuviese que escoger una palabra para describir Marruecos creo que sería color. Cuando cae la noche en Chauen no se llena de grandes focos de luz, pero la luz que baña sus calles es color. Las calles se iluminan por la luz de lamparas con coloridos cristales y transforma ese mundo azul en un mundo de colores.
Hasta aquí la serie de fotos de esta semana. La semana que viene volveré con una nueva serie de fotos.
Un saludo, pasad una buena semana!
