La rosa del desierto

La rosa del desierto

Hace un par de semanas compartí una serie de fotos de un viaje que hice por Marruecos, el último antes de la pandemia. Fue un viaje mas cultural, para conocer personas y lugares, pero no pude dejar de lado mi pasión por la naturaleza y hubo par de visitas a lugares icónicos naturales.

 

Cascadas de Ouzoud

Uno de los lugares que no podía dejar de visitar fueron las cascadas de Ouzoud. Son las cascadas más altas del país, con una caída de 110 metros. Aunque no lo parezca este es un lugar muy visitado, por turistas y autóctonos. Aunque las luces no son mis favoritas la agenda del viaje no me permitía buscar mejores posibilidades.

En la orilla del río varias barcas te acercaban a los pies de la cascada, entre niños que saltaban desde rocas a la poza creada por la cascada.  Este lugar sn dudas es un lugar que sin haberte informado previamente no te esperarías encontrar en Marruecos.

 

La entrada a la tierra media

Siguiendo la ruta hacia el sur paré en este otro lugar de eso que no deja indiferente a nadie, el puente de Iminifri. Este lugar ademas de ser espectacular es un lugar muy atractivo para los aficionados a los ornitólogos y aficionados a las aves.

Llegando a un puente donde dejas el coche, donde puedas, y te encuentras desde lo alto a una gran variedad de aves posadas a pocos metros desde lo alto del puente, entre ellas Cernícalos, Córvidos, Vencejos, Aviones, Golondrinas, entre otras muchas especies. Junto al puente una gran escalera te lleva a los pies del rió donde un gran agujero de piedra gigante. Al acercarte a este agujero el sonido de las aves se va haciendo cada vez más fuerte, y las aves van aumentando en su numero. Este sonido sumado a ese paisaje podría perfectamente situarnos ante el escenario de una película donde atravesando ese agujero nos transportara a una tierra fantástica digna de Tolkien.

 

Lactancia materna

La estrella del viaje de la parte de naturaleza sin lugar a dudas fueron los Macacos de Berbería. Llegamos a una zona muy conocida el bosque del Cedro Gouraud. En este lugar habita una gran manada de Macacos de Berbería, que aunque son animales que viven en libertad, esta manada se ha adaptado a convivir con él ser humano. En la época que pude visitar la zona la manada hacía poco que habían dado a luz y las madres se encontraban junto con sus pequeños amamantándolos entre travesuras.

 

Con esto acabo la serie de esta semana. La semana que viene volveré con una nueva serie de fotografías.

 

Un saludo, pasad una buena semana!

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